Diafreo para profesionales de la danza.

Hace tiempo que vengo trabajando con profesionales de distintos ámbitos, los bailarines es uno de ellos y me gustaría acercaros a los beneficios de la Diafreo en la danza.

He tenido la suerte de trabajar tanto en sesiones individuales como en grupos, con profesionales de la danza y siempre el acompañamiento a través de la Diafreo a devenido en un bienestar físico y emocional que sin duda a mejorado la actitud y respuesta de sus cuerpos. La danza exige, como todo bailarín sabe un gran esfuerzo a la musculatura, un esfuerzo que se puede traducir en tensiones, contracturas y limitación del movimiento natural del cuerpo.

Desde la Diafreo proponemos un método basado en el estiramiento de las cadenas musculares, siempre buscando el eje que nos hace mantener nuestro equilibrio, atendiendo para ello a las compensaciones que puedan surgir debido a nuestras posturas o nuestro trabajo.

Cuando buscamos un movimiento preciso, queremos la mayor flexibilidad del resto de la musculatura para que trabaje en el movimiento aquel músculo que precisamos y no otro. Sin darnos cuenta utilizamos de manera constante un grupo de músculos que actúan como protagonistas del movimiento que queremos hacer y en algunas ocasiones, no son los precisos para ese movimiento o simplemente por diversas razones no pueden dejar de funcionar, en detrimento de aquellos que facilitan el movimiento de manera más armónica. Para ello comenzamos con un reconocimiento de nuestro cuerpo a través de la respiración, habitar, ser consciente de que usamos y que no usamos y como poder poner nuestra atención e intención sobre las zonas que precisemos estirar. Esto es una de las partes más importantes de nuestro trabajo, es crear conciencia corporal, está conciencia de nuestro cuerpo nos ayudará a adentrarnos en el camino del conocimiento pleno de nuestros movimientos, acciones y posturas que conformarán nuestra presencia. Ser conscientes del lugar único que ocupamos en el mundo.

Localizando y estirando cada zona, percibiendo los frenos que nos acortan la musculatura, soltar y encontrar la manera de vivir el movimiento desde otro lugar. Ejercicios con auto masaje, cintas, pelotas y otros elementos nos ayudan durante la sesión a percibir nuestro cuerpo desde otro lugar; surge así una nueva comprensión de nosotrxs, un espacio para ahondar en nuestras emociones y sensaciones a las que daremos cabida mediante la expresión corporal de las mismas. Propondremos finalmente un espacio donde descansar e incorporar todo lo trabajado, un espacio donde simplemente estar.

DIAFREO

Minientrada

Hola mi nombre es Nuria Matorras y quiero presentaros un método de trabajo en el que llevo especializada quince años.

He tenido el privilegio de formarme con la creadora del método Malén Cirerol, una mujer suiza afincada en Palma de Mallorca que ha dedicado su vida a la investigación corporal. Como mujer fisioterapeuta encontró insuficiente el trabajo que se hacía a nivel institucional y comenzó a interesarse por otras técnicas. La base de la diafreo viene de Françoise Mézìeres, y su estudio profundo de las cadenas musculares, tras formarse con ella y con Therese Bertherat (creadora de la antigimnasia). Con el afán de seguir investigando, intensificó su búsqueda sobre un trabajo aún más preciso sobre la musculatura y las compensaciones, sin pasar por alto la huella postural que dejan las experiencias vitales y la respiración como fuente de inicio del cambio.

La base de nuestro método es que los músculos no trabajan de manera aislada sino en cadena. Esta visión holística nos permite tener una visión global del cuerpo como origen y destinatario del dolor.

A lo largo de nuestra vida, las diferentes experiencias que nos conforman van dejando huella en nuestros cuerpos en forma de contracturas, a veces crónicas, que nos van acortando y causando dolores y enfermedades por la compresión de la musculatura sobre el sistema nervioso y vascular y conforman nuestra postura.

Con todo esto, la Diafreo ofrece un marco diferente dentro del ámbito de los métodos corporales, ya que el cliente colabora de manera activa en el proceso. A través de la comunicación entre terapeuta y cliente, este tiene la oportunidad de enfocar su atención tanto en los movimientos requeridos como en las distintas partes de su propio cuerpo, teniendo plena responsabilidad en su proceso de recuperación. Así amplía su conciencia corporal y obtiene cada vez más poder y autonomía en la corrección de su postura corporal. El conocimiento pasa de terapeuta a cliente. Mayor presencia en el aquí y ahora, resultados más profundos y duraderos.

El trabajo que presento se hace en sesiones individuales y de grupo.

Durante las sesiones en grupo trabajaremos sobre los siguientes puntos:

– La respiración. Es el inicio del trabajo. A través de pautas que nos ayudan a liberar la caja torácica conseguiremos tomar conciencia de nuestras tensiones y será el motor que nos ayudará a comenzar a soltar la musculatura y a bajar a un estado de mayor conciencia corporal.

    • Trabajo físico. Nos ocuparemos en las diferentes sesiones de trabajar sobre las cadenas musculares que ocasionan la mayoría de las tensiones y dolores. Aprenderemos a llevar el cuerpo al eje ya que la perdida de nuestra simetría es la principal razón de hernias vertebrales, contracturas y dolores. Lo haremos a través de estiramientos y diferentes posturas, unas fijas y otras en movimiento, nos ayudaremos con cintas palos, pelotas y más, para llegar a puntos exactos desde donde se suelta la cadena muscular y comienza el alivio. Paso a paso trabajaremos el eje entero del cuerpo.
    • El trabajo energético. Descubrir que el esfuerzo es tensión y no nos ayuda a liberar las tensiones, supone aprender a trabajar nuestro cuerpo desde otro lugar. Para ello recurrimos a dos claves: intención y atención. Crearemos a través de la conciencia, nuevos caminos en nuestro sistema nervioso central que nos ayudan a recobrar movimientos perdidos que equilibran y liberan la cadena completa.
    • Las emociones parte de nuestro cuerpo. Completamos el camino corporal, físico y energético creando un espacio para la observación y comprensión de las emociones que puedan surgir durante el trabajo, dejando que nuestros músculos y nuestra conciencia se unan para expresar lo que necesitemos.
    • El espacio interno. El lugar al que llegaremos al final de nuestro trabajo, un momento para descansar e ir un poco más profundo, aunando todo lo aprendido e integrándolo.

Nuestros grupos y sesiones individuales son apropiados para personas con problemas físicos (dolores puntuales, crónicos, lesiones, falta de flexibilidad,tensiones, estrés etc..) y en general para todos aquellas que les interese hacer un proceso personal en contacto con su cuerpo.