Hace tiempo que vengo trabajando con profesionales de distintos ámbitos, los bailarines es uno de ellos y me gustaría acercaros a los beneficios de la Diafreo en la danza.
He tenido la suerte de trabajar tanto en sesiones individuales como en grupos, con profesionales de la danza y siempre el acompañamiento a través de la Diafreo a devenido en un bienestar físico y emocional que sin duda a mejorado la actitud y respuesta de sus cuerpos. La danza exige, como todo bailarín sabe un gran esfuerzo a la musculatura, un esfuerzo que se puede traducir en tensiones, contracturas y limitación del movimiento natural del cuerpo.
Desde la Diafreo proponemos un método basado en el estiramiento de las cadenas musculares, siempre buscando el eje que nos hace mantener nuestro equilibrio, atendiendo para ello a las compensaciones que puedan surgir debido a nuestras posturas o nuestro trabajo.
Cuando buscamos un movimiento preciso, queremos la mayor flexibilidad del resto de la musculatura para que trabaje en el movimiento aquel músculo que precisamos y no otro. Sin darnos cuenta utilizamos de manera constante un grupo de músculos que actúan como protagonistas del movimiento que queremos hacer y en algunas ocasiones, no son los precisos para ese movimiento o simplemente por diversas razones no pueden dejar de funcionar, en detrimento de aquellos que facilitan el movimiento de manera más armónica. Para ello comenzamos con un reconocimiento de nuestro cuerpo a través de la respiración, habitar, ser consciente de que usamos y que no usamos y como poder poner nuestra atención e intención sobre las zonas que precisemos estirar. Esto es una de las partes más importantes de nuestro trabajo, es crear conciencia corporal, está conciencia de nuestro cuerpo nos ayudará a adentrarnos en el camino del conocimiento pleno de nuestros movimientos, acciones y posturas que conformarán nuestra presencia. Ser conscientes del lugar único que ocupamos en el mundo.
Localizando y estirando cada zona, percibiendo los frenos que nos acortan la musculatura, soltar y encontrar la manera de vivir el movimiento desde otro lugar. Ejercicios con auto masaje, cintas, pelotas y otros elementos nos ayudan durante la sesión a percibir nuestro cuerpo desde otro lugar; surge así una nueva comprensión de nosotrxs, un espacio para ahondar en nuestras emociones y sensaciones a las que daremos cabida mediante la expresión corporal de las mismas. Propondremos finalmente un espacio donde descansar e incorporar todo lo trabajado, un espacio donde simplemente estar.